Todo era normal, un día común como todos. La nieve llenaba el margen de mi ventana. El reloj sonó. Era hora de levantarme. Él me esperaba. Arreglándome vi una pequeña caja que sobresalía por debajo de mi cama. Al tomarla y abrirla había una carta, letra de mi madre, la reconocería en cualquier parte. Hacia ya 2 meses que partió para no volver, esa carta me dio una esperanza, tal vez si volvería. Era una serie de pistas que tendría que seguir para encontrarla. Pero, y ¿si no quería encontrarla?. Ya solo unos días más y vestiría mi vestido de color como la nieve, esperándome frente a todos estará el que se supone que es el amor de mi vida. Por favor, no puedo con este juego. Al levantarme, mi única preocupación era como llevaría mi cabello ese día y ahora esta caja secreta me quiere llevar a una aventura que no quiero pero sé que necesito.
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